Antonio Beretta partió de Italia en 1900. Se radicó en América y construyó la bodega en 1913, en la zona de Melilla, donde comenzó a elaborar vinos. Hoy en día la bodega está dirigida por su bisnieta Enól. Leticia Villalba.
La inspiración para cualquiera que toma una decisión tan drástica como mudarse de un continente al otro extremo del mundo es dejar un legado, hacer algo extraordinario, cumplir un sueño. Este era nuestro sueño
La ilusión que inspira a la Bodega El Capricho es el sueño familiar de compartir botellas exclusivas de la más alta calidad con otros amantes del vino alrededor del mundo. Con 7 exclusivas hectáreas de viñedo sustentable, únicas y suficientes para que esta pequeña bodega familiar persiga su capricho de embotellar sus sueños.
Un viñedo de cepas vitis viníferas de origen francés de alta calidad, que la familia trabaja conjugando técnicas artesanales con nuevas tecnologías, que preservan la armonía entre el suelo, la planta y el clima.