La bodega se fundó en 1936 por el bisabuelo de Agnese y Lucía Favretto. Poco tiempo pudo trabajar su emprendimiento ya que falleció joven. Sin embargo, sus 6 hijas se hicieron cargo de la empresa familiar con la abuela.
Un viñedo de cepas vitis viníferas de origen francés de alta calidad, que la familia trabaja conjugando técnicas artesanales con nuevas tecnologías, que preservan la armonía entre el suelo, la planta y el clima.
La inspiración para cualquiera que toma una decisión tan drástica como mudarse de un continente al otro extremo del mundo es dejar un legado, hacer algo extraordinario, cumplir un sueño. Este era nuestro sueño
La ilusión que inspira a la Bodega El Capricho es el sueño familiar de compartir botellas exclusivas de la más alta calidad con otros amantes del vino alrededor del mundo. Con 7 exclusivas hectáreas de viñedo sustentable, únicas y suficientes para que esta pequeña bodega familiar persiga su capricho de embotellar sus sueños.