Hace exactamente un año viví una de las experiencias más intensas de mi vida profesional. Me tocaba subir al escenario de la Cumbre de Enoturismo Responsable como orador, y aunque sabía que tenía algo valioso para compartir, la sensación de vértigo era real.
Por más que había preparado cada detalle, nada me había entrenado realmente para ese momento. No era solo pararse frente a un auditorio. Era exponerse.
Hace exactamente un año viví una de las experiencias más intensas de mi vida profesional. Me tocaba subir al escenario de la Cumbre de Enoturismo Responsable como orador, y aunque sabía que tenía algo valioso para compartir, la sensación de vértigo era real.
Por más que había preparado cada detalle, nada me había entrenado realmente para ese momento. No era solo pararse frente a un auditorio. Era exponerse. Y con ello, la incertidumbre de no saber si el mensaje iba a conectar, si los nervios jugarían en contra o si los cambios de última hora afectarían la presentación.
🔹 Cambios inesperados: A último momento tuve que ajustar la presentación. Adaptarse rápido sin perder el foco fue clave.
🔹 Esa incertidumbre antes de empezar: ¿Cómo reaccionará el público? ¿Lograré transmitir el mensaje como lo imaginé?
🔹 Los segundos previos al micrófono: Todo pasa en cámara rápida. El corazón se acelera. Un instante antes de hablar, la mente se queda en blanco.
El estrés en esos momentos es inevitable. Sentís el pulso acelerado, las manos sudorosas, la mente repasando cada palabra como si fueran las últimas. Pero cuando das el primer paso y empezás a hablar, algo cambia.
💡 La improvisación es una aliada. Ensayé cada parte de la presentación, pero la realidad siempre es distinta. Cuando los planes cambian, la clave está en confiar en el conocimiento y adaptarse sobre la marcha.
💡 El público no está esperando que falles. Muchas veces creemos que nos van a juzgar por cada error o cada titubeo, pero la verdad es que quieren escuchar, aprender y conectar. Al final, lo que más importa no es la perfección, sino la autenticidad.
💡 La confianza se construye con la práctica. Es fácil admirar a quienes hablan con soltura sin notar todo el camino que recorrieron para llegar ahí. La primera vez es la más difícil, pero cada experiencia suma. Cada vez que te exponés, te volvés más fuerte.
Si me preguntás si volvería a hacerlo, la respuesta es un SÍ rotundo. No solo porque hoy hablar en público me resulta mucho más natural, sino porque entendí algo clave: el miedo no desaparece, pero deja de ser un obstáculo cuando decidís atravesarlo.
Todos tenemos algo para compartir. Y muchas veces, la única barrera entre nosotros y una gran oportunidad es el miedo a dar el primer paso.
🍷 El enoturismo necesita más voces, más historias, más personas dispuestas a compartir su visión. Si hay algo que aprendí en este proceso es que atreverse a hacerlo no solo enriquece al sector, sino que también transforma a quien se anima a dar el salto.
Andrés Varela
De 🇺🇾 | Co-Fundador y Director de WinesOf 🍷📲| Startup 🚀 | Digitalización Enoturismo ✈️🍇 | Cocinero 🔪 | Sommelier 🍷 | Amante de la tecnología y del impacto positivo que puede tener en el mundo...